Para quitar el mal sabor de boca que se nos ha quedado con la historia anterior...qué mejor que unos variaditos de colorichus, luces y lugares bonitos, no? Pues eso hice el resto del fin de semana: ir al espectáculo de fin de curso de acrobacias en telas de la hija de mi jefe (que es una máquina la niña...aunque no haya pillado ni una buena foto de ella porque pusieron un trapecio "en tol medio") y el resto de niños y niñas de la escuela de circo. Y después unas empanadillas de carne y choripan en casa de mis compañeros de trabajo (todavía no tengo muy bien hecho el croquis mental de las interrelaciones personales en este pueblo, así que dejaré esa explicación para más adelante).
Y el domingo hice una escapadita al lago Lácar, a Quila Quina, cruzando la comunidad Curruinca (me acordé de cómo se partía el lomo la ama cuando aprendió la onomatopeya en euskera para los txerritxos jejej)...espectacular! Las montañas nevadas al fondo, acercándose o ya en el lado chileno, el agua heladísima, que hice un intento de meterme hasta la rodilla y cuando iba por la mitad del gemelo ya no sentía los pies...se llenó de gente haciendo kite surf en un momento y me entraron ganas de aprender un poco...¿por qué no?
Después de ahí a escalar, que ya se había pasado un poco el momento de calorazo máximo, porque si hubiera ido antes me habría quedado crujientita a la parrilla haciendo alguna vía. Fui a Covisal, una escuelita no muy grande (bueno, lo mismo no la conocí entera) de piedra creo que volcánica...
Y a la vuelta a San Martin un paisaje espectacular...
Bueno, y para acabar ya con todavía más color, para que nos dé un ataque epiléptico...pero para que ya no quede ni un resquicio de "halitosis post historias truculentas"...pues subo unos dibujillos que he hecho en estas semanas en plan auto-terapia artística: dos dibujitos que ponen de manifiesto que darle ceras de colores a una niña de 30 años es una actividad de riesgo.
Y el domingo hice una escapadita al lago Lácar, a Quila Quina, cruzando la comunidad Curruinca (me acordé de cómo se partía el lomo la ama cuando aprendió la onomatopeya en euskera para los txerritxos jejej)...espectacular! Las montañas nevadas al fondo, acercándose o ya en el lado chileno, el agua heladísima, que hice un intento de meterme hasta la rodilla y cuando iba por la mitad del gemelo ya no sentía los pies...se llenó de gente haciendo kite surf en un momento y me entraron ganas de aprender un poco...¿por qué no?
Después de ahí a escalar, que ya se había pasado un poco el momento de calorazo máximo, porque si hubiera ido antes me habría quedado crujientita a la parrilla haciendo alguna vía. Fui a Covisal, una escuelita no muy grande (bueno, lo mismo no la conocí entera) de piedra creo que volcánica...
Y a la vuelta a San Martin un paisaje espectacular...
Bueno, y para acabar ya con todavía más color, para que nos dé un ataque epiléptico...pero para que ya no quede ni un resquicio de "halitosis post historias truculentas"...pues subo unos dibujillos que he hecho en estas semanas en plan auto-terapia artística: dos dibujitos que ponen de manifiesto que darle ceras de colores a una niña de 30 años es una actividad de riesgo.
"Anacardo entre lagos"
"Oh! Un arboldeón"
la primera de la acróbata...uhhhhhhh, el fantasma de la ópera!
ResponderEliminarlas fotos espectaculares, el paraíso del frío/calor, extremos ambos, se te va a poner una piel...bueno, pero con cremita para todo, eh? te diría que hasta grasa de caballo, como a mis nuevas camperas.
en el segundo dibu....hummmmmmm......ehteeeeeee......la Marge Simpsons tocando el bandoneón, sea, Oih al acordeón
el anacardo......jajajajajja
kurrin, kurrin!!! jajajajajja
porzier, te veo ciertos giros lingüísticos que dicen de tu gran poder de mimetización con el medio: 'lo mismo no la conocí entera' 'escuelita' 'crujientita'