Historias entrelazadas

Érase una vez un hombre muy bueno que multiplicó los peces y los panes...(la mayoría conocéis la historia así que no me voy a perder en detalles, pero os adelanto que acaba mal).

Mientras tanto, al otro lado del planeta, érase una vez un pueblo que vivía de la caza y la horticultura, en comunidades que trabajaban la tierra y adoraban a la naturaleza...los mapuche (mapu "tierra" - che "gente"). Primero los Incas intentaron someterlos, y hubo guerras, pero ninguno de los dos bandos salió vencedor...luego llegaron los conquistadores españoles, que abatieron el imperio inca e intentaron hacer lo mismo con los mapuches, pero no pudieron...Pero esta historia no acabó ahí , tras la independencia de Chile y Arentina, estos países idearon un plan de expansión sobre el territorio mapuche mediante la "Pacificación de la Araucanía" en Chile y la "Conquista del Desierto" en Argentina, dando lugar a una matanza en los años 80s del siglo XIX, ...

...en la que además se usurparon sus tierras y "las comunidades mapuches quedaron relegadas a tierras fiscales rodeadas de alambrados que delimitan las mejores tierras, que están en manos de los estancieros - Jaime de Nevares 1988".

Otra historia de muerte en el templo: En 1881, trescientos mapuches son trasladados a Patagones y puestos entre las paredes del templo, que llegaban a la altura de 1,50m. "Se dio la orden de separar a los niños para entregarlos a otras familias y una madre en su desesperación arrojó su criatura contra los ladrillos, griatndo angustiada: '¡tomen también éste, asesinos!'. Así quedaron salpicadas de sangre inocento los ladrillos del templo" (Dumrauf C., La conquista espiritual de la Patagonia)

Estas dos historias entrelazadas se narran en el Vía Christi de Junín, mediante esculturas en hierro y cemento del arquitecto Alejandro Santana...

Por romper un poco con el mal cuerpo que deja esta historia...¿las figuras no os recuerdan un poco a "El Caminante? Puede que sea una mezcla de imaginación y morriña...