sábado, 23 de noviembre de 2013

y ya en Junín de los Andes...


Una vez viajado en los micros argentinos coche-cama no volveré a ver los buses de Alsa con los mismos ojos. Qué comodidad y hasta alfajores y champán! Eso sí, efectivamente cuando me dijeron que entre Buenos Aires y Junín de los Andes la inmensa parte del viaje no hay absolutamente nada, era cierto. Ni un mísero ñandú. 20 horas de autobus de pampa y más pama, húmeda y seca, de las dos, pero nada más.

Y de repente...un volcán nevado: el Lanín. ¡Bienvenida a mi nueva casa!


Me encanta este pueblo y el ambiente tranquilo que se mastica...está bordeado por un rio que nace en el lago Huechulafquen y las señales de las calles tienen una trucha grabada!! Me dijeron que ésta era tierra de chamanes, porque el lugar desprende una energía única, y la verdad es que no cuesta creérselo al ver las aguas cristalinas transparentes del lago, con el volcán al fondo, las araucarias enormes que datan de la época de los dinosaurios, y los cóndores volando...

Es un pueblo muy auténtico y tiene un rollo hippie natural que atrapa, con casitas de madera y adobe, tejados de mucha pendiente, jardincitos...todo el mundo se conoce y están intentando ponerme al día de quién es quién (van listos con mi memoria jeje). Lo único es que a las afueras hay un terreno gigante propiedad del ejército...parece que entre eso y la complejidad de mezclar tantas culturas y visiones de vida diferente hace que haya unos cuantos retos en el ámbito del desarrollo local, sobre todo en temas culturales.

Pumas por lo que me han dicho no voy a ver muchos por aquí, pero lo que debe haber a patadas son ciervos rojos. Por lo visto a alguien se le ocurrió meterlos hace años para la caza, y se han reproducido como una plaga. Así que se los están merendando literalmente...creo que me comentaron que para tener una población sostenible tenían que matar una burrada de ciervos al mes durante un montón de años (ole qué precisa que soy mi arma!).  De hecho, se está creando una cooperativa para hacer chacinados (embutidos) de ciervo y hoy hemos ido a una de las formaciones que está recibiendo un grupo de personas del pueblo para aprender a hacer morcillas y demás.


Y con la excusa pues he conocido una escuela agro-técnica, montada hace años por la Fundación Cruzada Patagónica, donde los chavales aprenden a hacer de todo, chorizos y queso, trabajar la madera, moscas para la pesca, esquilar llamas... ¡Qué simpáticas las llamas, cómo posaban!





2 comentarios:

  1. Vaya! que ya pareces estar como en casa.
    qué bonitas fotos!

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  2. Sí, además tengo un jefe y una compañera de trabajo/vecina recontra (jeje) agradables! ayer me vino mi compi a arreglar la cocina con su pareja porque hacía frio y no podía calentar nada y me trajeron pan frito recién hecho para probar!! es super familiar...

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