domingo, 30 de marzo de 2014

Escapadita a Valdivia...cachai!

Con la excusa de que se me acababan el visado y la plata, la semana pasada crucé a Chile de nuevo...esta vez a la zona de Valdivia, en la costa (más o menos tirando una línea recta por algún paralelo desde Junín al océano pacífico).  Estaba con un poco de perezota de hacer el viaje, porque el lunes era feriado en Argentina y me perdía un fin de semana largo de escalada...pero, sorpresa! el viaje fue increíble, el sitio precioso y la gente todavía más! 

Llegué un jueves y decidí dar un paseito a buscar un rocódromo del que había leído algo (La Gruta), para ver si podía quitarme un poco el mono de plástico, que hace más de 5 meses que no piso uno! Por el camino pasé por el mercado que está al borde del río, donde venden chicha (jugo de manzana puro), mariscos, y otras cosas que no había visto nunca: unas algas enormes ordenaditas en paquetes, unos mariscos colgados en ristras tipo mejillones gigantes, unas frutas que se llaman "chupones" que parecen maíces gigantes (me costó decidir si me gustaban o no...saben a fruta pasada o a alcohol...al principio no entendía nada, si era dulce, ácido o qué narices...saben a fermentación..decidí que me parecen bastantes asquerosetes jejeje)...


Por el puente que cruza a la isla de Teja, donde está la universidad, flipé al ver que en el río había leones marinos! tan tranquilos, tomando el solete,... 


Encontré una cafetería muy cuca detrás del museo de ciencias naturales y el de antropología...olía a galletas recién hechas! Y allí conocí a Cata, que casualidad iba a escalar esa misma tarde, así que me acoplé y me quité por fin el mono de resina!! madre mia cómo se nota la falta de entrenamiento...qué floja que estoy!

Al día siguiente me fui a Niebla y Corral, que están siguiendo el río hacia el mar...a ver "los castillos del fin del mundo". Os meto un poco de historia: en los siglos XVI y XVII Valdivia tuvo mucha importancia para el imperio español, por el oro y la madera principalmente, así que la ciudad adopto rango de "plaza mayor" y se construyeron una serie de fortalezas en la bahía de entrada, para protegerlo de los piratas y corsarios! Se construyeron fortalezas a ambos lados de la bahía (en Niebla, Corral y la isla Mancera) para freír a cañonazos a todos los que no fueran bienvenidos. Parece que fue uno de los sistemas de fortalezas más importantes de los españoles en América...En aquella época debía ser toda una aventura vivir en Valdivia! Terremotos, tsunamis, volcanes (igual que ahora) más piratas, corsarios y cañonazos!!! A tope power!!
La fortaleza de Corral.
Señales tranquilizadoras...por todas partes.

De ahí me fui a la playita a meter los pies en el Pacífico...dolooooor!! y conocí a un artesano con el que estuve un buen rato de charleta, sobre viajes y la vida, que se ofreció a acompañarme al día siguiente a donde fuera...Y al día siguiente visitamos el museo de antropología, el jardín botánico y otra vez la playita, de más charloteo.

Izqui: Un deshollinador!! chim chimney chim chimney chim chiiim chirooo. Al lorito con el anclaje de seguridad del menda!!! Dere: arreglando barquitas en Niebla

Y me fui a un concierto de una chica irlandesa (creo) que cantaba una mezcla de Björk, Bunbury, irlandes, Alanis Morriset, asiático...no supimos definirla...muy freaky la coleguita...y la mujer "con un par" descalza con el fresquito que hacía y aguantando las descargas eléctricas que le daba al banjo por algún problemita que había con el cableado. Una titana vamos...aunque así seguro que los grititos rarunos le salían más naturales con cada calambrazo, jejej...estaba curioso, eh? interesante...
Banjowoman

Entre canción y canción, con Cata y Duilio, planeamos la salida del domingo a escalar en roca!! yujuuu! Y así nos fuimos a Llifen. Cata escaló en roca por primera vez y nosotros probamos un par de vías muy chulas...una de ellas ("placa que ladra no muerde") con unos alejes un poco feos que acojonaban bastante, pero muy muy chulas, de granito basáltico. Y recolecté hojas de boldo!!

El equipo.



Espectacular, con montañitas redondeada, tipo las de Goku.

Al día siguiente me fui al Parque Nacional del Alerce Costero, donde hay alerces milenarios (es la segunda especie más longeva del planeta, con especímenes que tienen 3000 años) pero me quedé sin verlos, porque estaban un poco lejos y el tema logístico estaba complicadete...snif Así que di un paseito por el bosquecillo y por las dunas y la playa de Chaihuín.

 Una telaraña bastante original en la selva valdiviana...las arañas tejen muy moderno por aquí!!!
 Desembocadura del río Chaihuín
 Las dunas y mi nuevo amigo, que me acompañó todo el paseito...
 Vacas playeras...

Mi último día en Valdivia fue de relax y de típico turismeo...paseito por la costanera, comidita por aquí, compritas de artesanías por allí (una mujer me dio una clasecita de cómo tejer en el telar), vinito con la puesta de sol al lado del río, chocolatito con marshmallows...


Resumiendo, un viaje muy tranquilito en el que me quedo con las charletas y ese tipo de weás con los wachitos y wachitas que conocí :)

2 comentarios:

  1. Hola guapa, ando como puedes ver un poco atrasadilla con tus lecturas. He estado un poco liada, digo yo, no?.
    Como siempre muy, muy interesante tu aventura y muy chulas las fotos.
    Me sigues dando una envidia cochina que pa que te cuento.
    Besotes.

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